FUMIGACIONES
Y CONTROL DE PLAGAS

El M.I.P consiste en la aplicación de una serie de medidas de reconocimiento preventivas, de control y de análisis que deben ser empleadas de forma periódica para evitar la presencia de insectos, roedores, organismos, entre otros factores que puedan constituir una plaga. Se entiende como plaga a aquélla que puede provocar daños a la salud pública, al bienestar de la población y daños económicos. Las Plagas más comunes en hogares, reparticiones gubernamentales, empresas, depósitos, archivos, edificios y/o espacios verdes suelen ser de insectos como: cucarachas, ácaros, polillas, hormigas, pulgas, avispas, abejas, moscas; de animales como ratas, roedores, murciélagos y palomas y por último puede diagnosticarse la presencia de organismos y/o bacterias en el ambiente y/o agua. Es imposible pensar en erradicar o exterminar una plaga; lo que si podemos hacer es tratar la problemática y logran un manejo integral. Por eso es importante la prevención y un adecuado diagnóstico. El M.I.P controla las pagas a través de un proceso que consiste en:

• Recopilar información detallada y precisa de la plaga que afecta el lugar.
• Evaluar las posibles causas de su aparición y se determina si los niveles encontrados son normales o superan el umbral de tolerancia establecido en cada caso.
• Diagnosticar la presencia de la plaga, se definen las medidas de control y se determina la intervención que debe ser implementada de acuerdo a cada situación: fumigación, desratización, desinsectación o desinfección.
• Luego del diagnóstico decidimos la técnica a emplear, de acuerdo al tipo de plaga pero también al espacio. Puede realizarse fumigación por aspersión, termonebulizador (ULV).